
Juan José sostuvo el colchón mientras sus compañeros sustraían otro colchón de abajo del primero y lo dejaban en el suelo…
“No tengo ningún problema de que se queden a dormir aquí”- tercio el dueño de casa dejando caer el colchón y estirando las frazadas arrugadas…
Hernán se adueño del colchón como si plantara una bandera y la reclamara para su rey… quitándose los anteojos se desplomo sobre el improvisado lecho, cerrando los ojos cansados…
“Quiero llorar”- Anuncio compungido por la materia que tardaba en entrar en su cesera…
“No es para tanto Hueon”- le respondió riéndose Felipe tras lanzarle una frazada y un almohadón a Herni y preparándose para acomodarse en el sillón…
“No es tanta Materia… Apuesto que mañana estarás como nuevo y te ira bien”Juan José se dejo caer sobre su cama de igual manera como lo había hecho Hernán… pero el no estaba afligido… más que todo estaba ansioso… tenían un peliagudo examen de materias civiles con una profesora hermética y aparentemente cariñosa… pero que al momento del certamen te disparaba hasta destrozarte y te mandaba a seguir estudiando con un poco digno tres…
Felipe resoplo acomodándose:
“Parece que la reina del drama tenia sueño”En efecto: Hernán dormía ya medio cubierto por la frazada que le habían proporcionado… seguro y relajado… sobre su serio rostro recaía una paz que parecía ser expelida desde su más intimo y recóndito espacio interior… Completamente diferente a la típica expresión de ídolo y a su carácter nervioso… El seriote Ecuatoriano de ojos de tortuga… escuálido y lampiño ahora se había convertido en una estatua olímpica en el sueño más profundo…
De a poco Juan José empezó a ser invadido por el sueño… y escuchando los suspiros de Felipe quien parecía estarlo pasando excelente en sus sueños… y los ronquidos de su padre en la pieza contigua… sus parpados se fueron juntando… y ya no supo más… se abandono a la modorra y el sueño lo abrazo…
“Uno, Dos, Tres, Cuatro”Juan José nadaba en un lago… dos ninfas desnudas nadaban cerca de el…
“Mmmmmmmmmmm… ¿Qué pasa gatitas?... ¿Quieren jugar?”Las chiquillas se reían y se acercaban a el nadando en círculos… cada tanto el les tiraba manotazos para agarrarlas pero ellas lo esquivaban habilosamente y seguían riéndose…
Cuando de repente estiro una mano y agarro una de la cintura… cuando la iba a acercar hacia el… la ninfa le hablo con un susurro masculino bajo y temeroso…
“¡Ratón despierta!”Juan José abrió los ojos sobresaltado… frente a el se perfilaba la silueta de Hernán con una expresión asustada en su cara…
“¿Qué?… ¿Que Pasa?”- tartamudeo incorporándose…
“Shhhhhhhhhhhhhhh”- Felipe le anuncio perfilado junto a la puerta de la habitación…
“Escucha”El Silencio era rotundo… no entendía que era lo que… Un momento… ¿Qué era ese Ruido?... Juan Jo aguzo el oído eslavo heredado de su familia… un sonido de arrastre parecía venir de las escaleras… parecía como si un jarrón se arrastrara sobre la pulida madera barnizada…
Juan José salto de la cama asustado y se acerco cautelosamente a la puerta… pero Felipe lo detuvo…
“Trae algo para defenderte”Volviéndose, “Ratón” miro a su alrededor… aparte de un asustado Hernán aferrado a una tabla que había sacado de no se donde, no veía casi nada… pero su mente salto rápidamente a la vieja lámpara que se encontraba guardada en el closet… tras sustraerla se acerco a la puerta junto a su amigo…
“Herni quédate aquí… y llama a los pacos Hueon”Pero Hernán movió la cabeza como una coctelera y les susurro con su acento decidido y aterrado:
“Ni loco me quedo solo”Uniéndose a ellos se propuso a salir a revisar… Felipe hizo un ademán rápido y armo su cuchilla pronta para cualquier cosa… pero antes de abrir la puerta Juan José tuvo una dura revelación: “Mis Padres”… “No se oyen los Ronquidos de mi Viejo”
“Chicos”- informo el con un deje de angustia…
“Algo anda Mal”