El hombre se mantenía acostado en su lujoso lecho contemplando el techo de su habitación, su cuerpo musculoso revelaba una gran cantidad de tatuajes… el hombre parecía tranquilo… pensaba en su meticuloso plan… si todo estaba saliendo como se lo imaginaba pronto podría ser recompensado por el maestro… después de todo las cosas se tenían que hacer cuando eran una orden… de cualquier manera el mismo no debía cumplir ordenes… pensaba complacido, poseía millones de súbditos que podían encargarse de dichas tareas, con un largo bostezo se irguió hasta quedar sentado, contemplo ahora la doble puerta de su habitación, esperando atento:
Cinco segundos después alguien al otro lado golpeo pidiendo permiso…
“Pase”
Entro un muchacho menudo portando una enorme bandeja con el desayuno, el chico lo contemplo con una mezcla de temor y fascinación, pero el hombre de la cama estando ya acostumbrado a impresionar a la gente no le hizo el menor caso a la turbación que causaba en el jovencito…
“Acércate Tephros”- susurro
El chiquillo se acerco tímidamente, lo único que revelaba algo especial en el chico eran sus ojos: dos carbones incandescentes…
“Señor… aquí esta su merienda… esta su caballo dispuesto y su espada pulida para hoy… debo informarle de igual manera que el Mayor XX desea verlo de inmediato”
El hombre abrió los ojos sorprendido… pero se guardo su sorpresa para si mismo, levantándose estiro los músculos gruesos que parecían de acero…
“Retírate Tephros… No querrás estar acá cuando me ponga la armadura”
“Si Mayor… Como usted ordene”- respondió asustado el chiquillo retrocediendo a la puerta…
Una vez que la puerta se hubo cerrado, el hombre se visto con una túnica negra y se calzo con unas finas botas de cuero negro azabache… acercándose a un espejo se contemplo en el:
Un Alto hombre de cabello corto, rojo intenso y ojos hundidos le devolvió la mirada, levantando de un lado una pesada coraza rojisima con figuras de fieras rabiosas, cadáveres ponzoñosos y hombres agonicos se la calzo en su pecho… el resto de las partes de la armadura cuidadosamente alineadas en un mueble, se deslizaron levitando en el aire hasta ajustarse al cuerpo del hombre… y algo entonces cambio en el… su mirada cambio hasta volverse más sombría y demente y su sonrisa se acrecentó en su rostro… tras esto se calzo el cinturón con la espada colgando… una capa de a poco fue surgiendo en torno a su espalda, la capa parecía hecha de humo, voluble como el mismo y despedía un fuerte olor a azufre, con las manos desnudas tomo el casco del mueble… la única parte de la armadura que no se movió cuando el la llamo, lentamente fue calzándoselo en la cabeza… y así el casco rojo como la sangre completo su armadura…
“Vamos a ver que quiere ese cabron de XX”- susurro dándose un ultimo vistazo al espejo… y luego encaminándose a la puerta…
Al salir, los pasillos estaban vacíos… y era que a nadie le gustaba acercarse a el: El Mayor XV… Beleth, comandante de 85 Legiones, cuando tenia puesta su armadura, su solo mirada paralizaba a los soldados, sus pasos soltaban los ladrillos, su frió aliento trizaba espejos y hasta el más valiente quedaba con los pelos en punta…
Atravesó varios pasillos lúgubres y bajo las escaleras que conducían a los túneles que unían las viviendas de los Mayores… Entro en ellos y siguio su camino...
“¿Para donde vas con tanta prisa Beli?”- entono una voz burlona…
XV movió la cabeza en dirección a quien le había hablado… medio oculto en las sombras podía notar a otro mayor… vestido entero de seda y con un pomposo sombrero con cascabeles y campanas…
“Numero 0… No tengo tiempo para tus estupideces”
El Mayor 0, sonrió ampliamente aplaudiendo con sus pequeñas y regordetas manos… caminando unos pasos se acerco a Beleth y lo examino de cerca:
“¿No nos divertiremos hoy un ratito?”- gimió burlonamente evocando a un niñito consentido que pide un caramelo… “¿Tan apurado vas?... ¿Qué Diablura tienes maquinada?”- tras esta ultima frase lanzo una carcajada…
“Si no te apartas te aparto yo”- se explayo tranquilamente Beleth llevándose una mano a la empuñadura de la espada…
“No será necesario”- explico otra voz nueva…
“¿XX?... ¿Qué haces aquí?”
De donde mismo había salido 0 se asomo la figura de un hombre entrado en años y de largos cabellos grises… vestía una amplia túnica blanca sobre la que llevaba una armadura liviana de plata riquísima, un cinturón de plata con una hebilla en forma de balanza cruzada por una espada y dos enormes “X” sobre ella, de plata también era la espada en su cinto y de plata con una esmeralda engarzada el anillo de su dedo…
“Mi querido XV… Eres demasiado obvio… siempre usas estos túneles oscuros… evitas caminar bajo la luz tanto como evitaría numero 0 el baño”- se explico el hombre canoso, mientras 0 se olía las ropas para comprobar si olía mal… “Te has demorado bastante en llegar… y como bien tu sabes yo me jacto de ser puntual y por ello exijo puntualidad de mis compañeros de labor”
“¿Qué hace este idiota aquí?”
“¿Quién?... ¿0?... Es de los nuestros obviamente… y me trae siempre información valiosa… Como hoy… Gran fue mi decepción cuando supe que al parecer los agentes que mandaste a visitar a los humanos volvieron con las manos vacías, creo que el Maestro no esta muy complacido… y me ha mandado a pedirte que vayas acompañado de XIII, pero viendo que no quiero que XIII me traiga los cadáveres de aquellos mortales… te asignare a alguno de mis jinetes para que te acompañe”
“¡Le prestaras un Jinete!”-chillo el Mayor 0 sorprendido meneando su cabeza parecido a una coctelera y con gran bulla de sus cascabeles…
“Elije a alguno de mis Jinetes, o ve solo si quieres”- agrego francamente aburrido el Mayor de cabellos grises, ignorando completamente a 0… “Pero será mejor que lo hagas pronto o el Maestro se enojara”
Beleth se volvió y le dio la espalda a ambos… caminando por donde mismo había venido…
“Iré solo”
Y tras caminar un par de pasos más se envolvió completamente en su capa de humo y se evaporo con un susurro del viento…
“¿Cree que sospeche?”
“Es Obvio… Será un Asqueroso demonio sin mucho sentido del honor pero no es Idiota, Thordin”- respondió el hombre canoso sin siquiera mirar a 0… “Pero aun así si es que llega a darse cuenta ya ser bastante tarde”
“Muy bien”- respondió este con una risita… “Confiare en tu buen juicio”
“Siempre mi Juicio será bueno… De eso no tengas dudas”