Los Espiritus

Si bien toda la gente, en general, cree que todos los espíritus, aparecidos o fantasmas son iguales entre sí, pues está un tanto equivocado... Incluso en el propio plano del más allá, sus seres también pueden clasificarse... Los espíritus pueden clasificarse en tres grandes grupos, según la doctrina espiritista:

Espíritus puros: Son los que han llegado a la perfección...

Espíritus intermedios: Se refiere, obviamente, a aquellos que están a la mitad de su camino hacia la perfección, y están preocupados por la consecución del bien...

Espíritus imperfectos: Son los que se caracterizan por la ignorancia, el deseo del mal, y todos los defectos y pasiones que retardan su propio progreso...

A su vez, esta división llevaría a los diferentes tipos de comunicaciones de los espíritus buenos o malos, que serían:

Comunicaciones groseras: Las que se traducen por expresiones que hieren la decencia (obscenidades, groserías, etc); no pueden emanar sino de espíritus de baja clase. manchados todavía por las impurezas de la materia física.

Frívolas: Las que emanan de espíritus ligeros, burlones y traviesos (fenómenos como los provocados por "duendes", golpes molestos, etc), más maliciosos que malvados y que no dan ningua importancia a lo que dicen...

Normales: Son graves en cuanto al objeto y la materia en cuanto se dan (mensajes claros, como voces y escrituras perfectamente legibles). Tienen un fin útil, pero no por eso están exentas de errores. Es preciso, pues, distinguir las comunicaciones verdaderamente formales de las falsamente formales. Por eso, los espíritus que en verdad han alcanzado planos superiores aconsejan sin cesar que se sometan todas las comunicaciones al examen de la razón y a la lógica...

Instructivas: Son estas las comunicaciones formales que tienen por objeto principal alguna enseñanza dada por los espíritus; ya que estos están continuamente influyendo en nuestros pensamientos; esto sería la explicación de pensar cosas contradictorias. Los buenos nos ayudan; los malos quieren hacernos padecer, y de esta manera probarán la fe y la constancia de los hombres...